Luis Murciego, el último alfarero de Coca
Provenientes de una familia que llegó a Coca en el año 1907, con un fuerte arraigo con las tradiciones y costumbres de los antiguos alfareros de Jiménez de Jamuz (León), Luis y su hermano Gabriel han dotado a los vecinos de Coca y los alrededores de sus cacharros de barro, tan útiles y apreciados actualmente en la cocina tradicional segoviana. Desde la última ubicación del alfar, los hermanos Murciego han trabajado día tras día incansablemente. Luis se encargaba de extraer el barro y prepararlo para que su hermano lo torneara dándole forma de botijos, ánforas, castañeras, vasijas, cántaros, etc., que posteriormente cocían en el horno de leña que tenían junto al alfar. Luego eran trasladados en un carro tirado por el propio Luis y sus hermanos, para su posterior venta por los pueblos de la zona, y no fue hasta muchos años más tarde, cuando pudieron comprar un burro para poder realizar esa dura labor de forma más efectiva. La venta ambulante de estos útiles de barro se hacía