El cerezo silvestre
Adolfo Rodríguez Arranz
Un ejemplo más de la gran riqueza botánica que se puede encontrar en las laderas de nuestros ríos. En este caso, en las del Eresma. Se trata del cerezo silvestre (Prunus avium) cuyos frutos nos ofrecen esta imagen que, como gotas de rubí, destacan sobre el follaje verde oliva de la floresta. Pero no nos debemos dejar engañar por su apariencia: son bastante más pequeñas que las cultivadas y, además, no dulces sino ácidas.