XXV Aniversario del fallecimiento de Gil de Biedma
Luis Sanz Rodríguez
El pasado 8 de enero se cumplieron veinticinco años de la muerte de Jaime Gil de Biedma, uno de los poetas más destacados que ha dado España. Aunque nacido en Barcelona, él siempre proclamaba: "Por propia elección, me he considerado navero".
Sin embargo, sabemos que además de Nava de la Asunción, había dos pueblos por los que sentía un especial cariño, Arévalo y Coca. De Arévalo admiraba la Plaza de la Villa, sus iglesias y ermitas de arte mudéjar. Le encantaba perderse en sus tiendas y comercios de antiguedades y apreciaba la rica gastronomía morañega: sus legumbres, el cocido y sus sabrosos asados.
De Coca sentía profundamente atracción por el Castillo, interés que también debió sentir su padre pues según refleja el diario El Adelantado de Segovia (5/10/1928):
"Llegaron a esta villa los señores conde de Gamazo, Gil de Biedma y de la Mora, quienes visitaron el histórico castillo, los sepulcros de los Fonseca y otros edificios de gran valor histórico artístico, haciendo de ellos los ilustres viajeros grandes elogios."
Gustaba de llegar a Coca a caballo, por el camino del Peralejo, y en su diario incluso proclamó al castillo una declaración de amor:
"Creo que quiero tanto al Castillo de Coca que, si pudiese, me acostaba con él. Durante años y años, no ha habido vez que viniera a Nava y no fuera a hacerle una visita. Me lo sé de memoria, o me lo sabía, todos los recovecos de sus ruinas y bastante de su primitiva estructura... Cuando lo recorro siento algo sensual".
La Diputación de Segovia desde 1990 y Nava de la Asunción desde el año 2004, entregan unos premios de poesía honrando su memoria.
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