Cuidemos el paisaje
Maribel Egido Carrasco
Todos los que vivimos en Coca disfrutamos de ese familiar paraje que conocemos como “El Cantosal”, que igual nos sirve para descansar leyendo un libro a la sombra de los pinos, para pasear, disfrutar de las vistas, o para compartir mesa y mantel con amigos y familia.
Pero un espacio tan grato debería merecer por parte de todos los que lo utilizamos un cariñoso respeto para que siempre sea un lugar agradable y limpio. Es difícil de entender que, existiendo dos hermosos contenedores, haya quien arroje todo tipo de desperdicios al suelo: vasos, papeles, cartones, botellas de plástico, y lo que es más peligroso: botellas de vidrio que tiradas encima de los restos vegetales de los pinos, además de producir una penosa sensación, pueden incluso provocar un incendio, como tantas veces se nos dice en las normas de prevención.
Encima y alrededor de la mesa donde nos sentamos a disfrutar de la deliciosa mañana de septiembre, nos encontramos todas estas botellas que coloqué en grupo para fotografiarlas.