El Pinar Nuevo y el Puente de la Balisa
Felipe Rodríguez Martínez.
Por desgracia para este puente, en los años 70 del pasado siglo XX, derribaron el petril para que pudiese pasar una cosechadora. En la actualidad sería urgente una pequeña consolidación
El espacio natural del “Pinar Nuevo” tiene una dilatada historia que, por cierto, va muy unida a la del “Puente de la Balisa”. De uno y de otro ofrecemos a continuación unas pinceladas de su desconocido pasado.
Pinar Nuevo.- El primer dato de este pinar nos traslada a finales del siglo XIV. En esa época había en la Comunidad de Villa y Tierra de Coca constituida una Junta de Caballeros Hijosdalgo. A dicha sociedad le fue concedido por el rey Juan I el Pinar Nuevo, situado en término de Coca. Esta concesión la realizó por los servicios que esos hidalgos habían prestado al monarca durante su reinado. Posiblemente, la donación la hizo en los meses de septiembre y octubre de 1381, periodo en que el soberano estuvo residiendo en esta villa (posiblemente en el castillo primigenio) y despachando asuntos concernientes a su servicio. Posteriormente la cesión fue confirmada por doña María, esposa de Juan II, por una cédula expedida en Guadalajara en 1437.
Y desde esa época los hidalgos lo tuvieron como suyo, aprovechándolo sin contradicción y obstáculo, hasta 1789 en que lo cedieron al rey Carlos IV para surtir de combustible con sus leñas a la Real Fábrica de Cristales que se pensaba construir en Coca, y que se estableció definitivamente en 1807. Pero extinguida ésta durante la Invasión Napoleónica, se devolvió a sus antiguos dueños por Real Orden de 2 de mayo de 1825. Posteriormente, en 1860, fue cedido por sus propietarios, en censo reservativo, a don Atanasio Oñate.
Al parecer fue totalmente arrasado por las tropas de Napoleón, para no ser sorprendidas en su tránsito por las partidas de guerrilleros. Este monte ha sido conocido con los nombres siguientes: Pinar del Rey, Pinar de los Hidalgos y Pinar Nuevo.
Puente de la Balisa.- Fabricado en ladrillo, con restos de sillería, que la imaginación de algunos les ha llevado a afirmar haber sido construido en el siglo XVIII, e incluso, erigido sobre “lo que debió ser un primitivo puente medieval” (folleto turístico Coca. Segovia, BI, 2011); otros, incluso, van más allá al creer que pudiera ser de época romana. La realidad, y como primicia, es lo que a continuación ofrecemos.
La construcción del puente data del año 1808, según la correspondencia entre el Maestro de la fábrica de cristales de Coca y el Director General de las Reales Fábricas de Cristales, el Conde de Montarco, al informar que “Ya se ha empezado a trabajar en la construcción del puentecillo en el arroyo de Balisa para el tránsito de carros y caballerías que deben conducir las leñas del Pinar del Rey. Coca, 8 de octubre de 1808” (Felipe Rodríguez, La Historia desconocida de Coca, inédito).