Matanza particular 2011
Un año más, y coincidiendo con la época en que las heladas son más intensas, un nutrido grupo de amigos y familiares realizamos lo que podemos definir comúnmente como “matanza popular” del cerdo. Podemos decir también que es una auténtica fiesta, donde niños y mayores disfrutamos de una de las actividades que más arraigo tiene nuestra tierra. Es una excusa fenomenal para juntarnos durante un día entero, respetando todo el proceso pues deseamos que sea lo más tradicional posible.
El pasado día 22 empezamos hacia las 9.00 h. de la mañana reuniéndonos en un bar de la localidad, media hora más tarde ponemos rumbo a nuestro destino, y tras llegar, dejamos al animal suelto, así estira un poco las patas, al tiempo que se enciende la parrilla cuya finalidad es la de preparar un suculento almuerzo, y como queremos sobrellevar el crudo frío invernal tan característico de Castilla, calentamos el cuerpo con un buen aguardiente.
Pasadas las 10.00 h., se procede con el sacrificio del animal que como podéis observar en las fotografías costó un poco capturarle. La mejor mesa para operar es como las que se utilizan en todas las matanzas, pequeña y de madera, que nos facilita mejor el trabajo.
Después, se le quema el pelo con paja, es limpiado y colgado como es costumbre, en la viga de un colgadizo. Apostamos cual puede ser el peso del animal, se le extraen las entrañas y dejamos que repose todo el día, pues así su carne se orea. Ya entrada la noche, se descuelga para realizar su despiece: Cabeza, papada, cinta de lomo, magro de cuello, pecho, costillar, solomillo, falda, paletilla, jamón, codillo, manos, rabo, gónadas…
Fantástico, ya se sabe que del cerdo, todo se aprovecha...
El pasado día 22 empezamos hacia las 9.00 h. de la mañana reuniéndonos en un bar de la localidad, media hora más tarde ponemos rumbo a nuestro destino, y tras llegar, dejamos al animal suelto, así estira un poco las patas, al tiempo que se enciende la parrilla cuya finalidad es la de preparar un suculento almuerzo, y como queremos sobrellevar el crudo frío invernal tan característico de Castilla, calentamos el cuerpo con un buen aguardiente.
Pasadas las 10.00 h., se procede con el sacrificio del animal que como podéis observar en las fotografías costó un poco capturarle. La mejor mesa para operar es como las que se utilizan en todas las matanzas, pequeña y de madera, que nos facilita mejor el trabajo.
Después, se le quema el pelo con paja, es limpiado y colgado como es costumbre, en la viga de un colgadizo. Apostamos cual puede ser el peso del animal, se le extraen las entrañas y dejamos que repose todo el día, pues así su carne se orea. Ya entrada la noche, se descuelga para realizar su despiece: Cabeza, papada, cinta de lomo, magro de cuello, pecho, costillar, solomillo, falda, paletilla, jamón, codillo, manos, rabo, gónadas…
Fantástico, ya se sabe que del cerdo, todo se aprovecha...