El Pinar Nuevo (Pinar del Rey)
A últimos del mes de junio de 1999 los vecinos de la comunidad de Villa y Tierra de Coca sufrieron un gran descalabro en sus montes, se quemó, como es sabido, gran parte del Pinar Nuevo o de los Hidalgos, con ello ardía algo de su historia.
A finales del siglo XIV había en la Comunidad de Villa y Tierra de Coca, constituida una junta de caballeros de hijosdalgo. A dicha sociedad le fue concedido por el rey Juan I el Pinar Nuevo situado en término de la villa de Coca. Dicha concesión la hizo por los servicios que estos caballeros habían prestado al monarca durante su reinado. Posiblemente la donación la hiciera entre los meses de septiembre y octubre de 1381, periodo en el que el rey Juan I estuvo residiendo en esta villa y despachando asuntos referentes a su servicio. Posteriormente la cesión fue confirmada por la reina doña María, esposa de Juan II, por una cédula expedida en Guadalajara en 1437. Y desde esa época lo tuvieron como suyo, aprovechándolo sin contradicción ni obstáculo, hasta 1789 en que los hijosdalgo lo cedieron al rey Carlos IV para surtir de combustible a la real fábrica de cristales que se pensaba establecer en Coca y que se estableció definitivamente en 1807, y que extinguida ésta, durante la invasión napoleónica, se devolvió a sus antiguos dueños por Real Orden de dos de mayo de 1825. Posteriormente pasó a manos particulares.
Precisamente durante la guerra de la independencia, un 28 de diciembre de 1808, tuvo lugar en sus inmediaciones, "El Despeñadero", el primer acto de rebelión de las gentes de esta villa contra los soldados de Napoleón.
El resultado de esta refriega fue la muerte de tres valientes piñeros de Nava, que estaban faenando en dicho pinar, que se había unido a los de Coca. La peor época para este pinar y para todos los de la comunidad de Coca fue precisamente cuando la invasión napoleónica.
Durante la instancia en que los soldados de Napoleón en Nava, Coca y Villeguillo, fueron arrasados casi todos por las tropas enemigas para no ser sorprendidas por las partidas de guerrilleros del Empecinado, que merodeaba estas tierras.
El pinar nuevo fue quemado en su totalidad por las tropas imperiales, según se desprende del informe realizado, en 1816, por el corregidor de Coca, don Simón Pérez.
Para terminar diremos que por este pinar pasa la Cañada Real Leonesa Oriental y que aún existen mojones de piedra. De hecho, sería realmente importante que se restaurasen y recolocaran algunos.
Entre 1806 y 1809 se compraron 30 piedras a las canteras de Íscar para los hitos o mojones del pinar del rey (Así se le conocía en aquella época). Tuvieron un coste de 65 reales cada una. Actualmente están localizadas al menos 13, como la que veis en la fotografía.
Felipe Rodríguez Martínez, Cronista Oficial de Coca y su tierra
A finales del siglo XIV había en la Comunidad de Villa y Tierra de Coca, constituida una junta de caballeros de hijosdalgo. A dicha sociedad le fue concedido por el rey Juan I el Pinar Nuevo situado en término de la villa de Coca. Dicha concesión la hizo por los servicios que estos caballeros habían prestado al monarca durante su reinado. Posiblemente la donación la hiciera entre los meses de septiembre y octubre de 1381, periodo en el que el rey Juan I estuvo residiendo en esta villa y despachando asuntos referentes a su servicio. Posteriormente la cesión fue confirmada por la reina doña María, esposa de Juan II, por una cédula expedida en Guadalajara en 1437. Y desde esa época lo tuvieron como suyo, aprovechándolo sin contradicción ni obstáculo, hasta 1789 en que los hijosdalgo lo cedieron al rey Carlos IV para surtir de combustible a la real fábrica de cristales que se pensaba establecer en Coca y que se estableció definitivamente en 1807, y que extinguida ésta, durante la invasión napoleónica, se devolvió a sus antiguos dueños por Real Orden de dos de mayo de 1825. Posteriormente pasó a manos particulares.
Precisamente durante la guerra de la independencia, un 28 de diciembre de 1808, tuvo lugar en sus inmediaciones, "El Despeñadero", el primer acto de rebelión de las gentes de esta villa contra los soldados de Napoleón.
El resultado de esta refriega fue la muerte de tres valientes piñeros de Nava, que estaban faenando en dicho pinar, que se había unido a los de Coca. La peor época para este pinar y para todos los de la comunidad de Coca fue precisamente cuando la invasión napoleónica.
Durante la instancia en que los soldados de Napoleón en Nava, Coca y Villeguillo, fueron arrasados casi todos por las tropas enemigas para no ser sorprendidas por las partidas de guerrilleros del Empecinado, que merodeaba estas tierras.
El pinar nuevo fue quemado en su totalidad por las tropas imperiales, según se desprende del informe realizado, en 1816, por el corregidor de Coca, don Simón Pérez.
Para terminar diremos que por este pinar pasa la Cañada Real Leonesa Oriental y que aún existen mojones de piedra. De hecho, sería realmente importante que se restaurasen y recolocaran algunos.
Entre 1806 y 1809 se compraron 30 piedras a las canteras de Íscar para los hitos o mojones del pinar del rey (Así se le conocía en aquella época). Tuvieron un coste de 65 reales cada una. Actualmente están localizadas al menos 13, como la que veis en la fotografía.
Felipe Rodríguez Martínez, Cronista Oficial de Coca y su tierra