El horno de Murciego (III)
Parte I - Parte II - Parte III
En la fotografía de la izquierda, Gabriel Murciego nos descubre la forma de distribuir mejor el calor que asciende por cada uno de los orificios que comunican ambas cámaras (de combustión y cocción, respectivamente). Utiliza un par de tejas del tipo árabe colocándolas de forma opuesta entre sí con un ángulo de unos 30 grados, y sobre éstas un tubo; entendemos que se expandirá el calor en ambos lados hacia los primeros cacharros colocados a nivel del piso, el tubo distribuye hacia arriba las restantes calorías. Como os expuse en la entrada anterior, al principio se colocan las piezas más grandes, puesto que van a recibir el calor más intenso, a medida que se asciende en su colocación se han insertando otras de menor tamaño, rellenando finalmente los huecos con las más pequeñas, aprovechando al máximo la capacidad del horno. En la parte superior del horno se hallan los tiros, que regulan a medida la combustión que se produce durante la cochura.
La fotografía en blanco y negro de la derecha está realizada a mediados de los 80, y en ella podemos ver a Luis Murciego rellenando la cámara de cocción por el único acceso que tiene ubicado en un lateral, el cual se debe de tapar por completo antes de encender el fuego. Los elementos utilizados para la combustión son muy abundantes en esta zona, pues el pinar los surte de toda clase de residuos orgánicos de origen vegetal (leña, piñotes, retama, hojarasca, etc.).
Aquí muestro el pequeño esbozo que os he realizado para entender un poco mejor su funcionamiento. Es el cuarto y último horno fabricado para cocer sus cacharros de barro desde que se establece la familia Murciego en Coca, allá por 1907.
En la fotografía de la izquierda, Gabriel Murciego nos descubre la forma de distribuir mejor el calor que asciende por cada uno de los orificios que comunican ambas cámaras (de combustión y cocción, respectivamente). Utiliza un par de tejas del tipo árabe colocándolas de forma opuesta entre sí con un ángulo de unos 30 grados, y sobre éstas un tubo; entendemos que se expandirá el calor en ambos lados hacia los primeros cacharros colocados a nivel del piso, el tubo distribuye hacia arriba las restantes calorías. Como os expuse en la entrada anterior, al principio se colocan las piezas más grandes, puesto que van a recibir el calor más intenso, a medida que se asciende en su colocación se han insertando otras de menor tamaño, rellenando finalmente los huecos con las más pequeñas, aprovechando al máximo la capacidad del horno. En la parte superior del horno se hallan los tiros, que regulan a medida la combustión que se produce durante la cochura.
La fotografía en blanco y negro de la derecha está realizada a mediados de los 80, y en ella podemos ver a Luis Murciego rellenando la cámara de cocción por el único acceso que tiene ubicado en un lateral, el cual se debe de tapar por completo antes de encender el fuego. Los elementos utilizados para la combustión son muy abundantes en esta zona, pues el pinar los surte de toda clase de residuos orgánicos de origen vegetal (leña, piñotes, retama, hojarasca, etc.).
221009